viernes, 23 de octubre de 2009

La ReVisita: Nacho. (2)

Los que seáis habituales a este blog ya conoceréis al visitante de hoy.
Nacho (que ya nos ha visitado antes) supo que íbamos a hacer una segunda tanda de visitas y en seguida acepto venir otra vez a vernos. Y la verdad, lo celebro.



Lo celebro por que Nacho es una persona a la que nunca te cansas de recibir. En su forma de redactar cualquier entrada, ya sea en su blog (que ahora tiene nueva dirección y nuevo aspecto) o reseñando algún comic en Lecturas Recomicdadas, uno se puede dar cuenta de que es un tipo ingenioso y positivo y sus comentarios siempre son siempre frescos y agradables, acompañados con el tono burlón que le caracteriza. Aunque debéis andar con cuidado porque Nacho se lía, se lía y empieza hablando de patatas y termina haciéndolo de rinocerontes.

Como digo, un placer siempre recibirle.
En esta ocasión hablamos de Lucky Luke y los Tebeos en los que nos Gastamos Nuestro Primer Sueldo.


Pues resulta que estaba yo tirado en el sofá cuando de repente el super computador hipermegachachiquetecagas que tengo en casa, comprado en un todo a cien que estaba de rebajas por liquidación, me informó de que tenía un mail del amigo Angux. Iba a decir que ni corto ni perezoso me levanté a mirarlo, pero ya sabéis que cuando se está en el sofá a uno le cuesta hacer movimientos, por lo que dejé estar el asunto del mail para más tarde.

Un par de horitas, un sueñecito y unas babitas más tarde pasé por delante de la pantalla y me acordé de Angux. "Vamos a ver qué tripa se le ha roto...". Y resulta que iba a realizar una segunda tanda de Visitas y al pobre diablo se le había pasado por la cabeza volver a invitarme. Y es que hay gente que no aprende nunca...

Durante los meses que han transcurrido desde mi primera Visita he de admitir que en más de una ocasión se me había pasado por la cabeza que el tema seleccionado la primera vez no era el más idóneo y que debería haber hablado de tal y cual cosa. Pero cuando se me brindó ésta segunda oportunidad resulta que tal y cual cosa ya no recuerdo qué eran. De hecho me encontraba total y completamente en blanco frente al teclado.

Menos mal que a un servidor el tema de divagar se le da bastante bien (sirvan los tres párrafos anteriores de ejemplo) y podía hacer bulto fácilmente aunque en el fondo no dijese nada. Pero no. Angux, pese a la impresión que os pueda haber dado por la forma de referirme a él en los párrafos previos, es un amigo muy querido y respetado. Y los amigos, aunque bromees con ellos y sobre ellos, no se merecen que les marees la perdiz. Y más aún cuando te hacen un favor. Porque el estar aquí de Visita no es un favor que le hago a Angux. Es él el que me lo hace a mí.

Pues nada, vamos al ajo que seguro que muchos de vosotros ya habéis dejado de leer...



En mi anterior Visita os conté mis inicios en la compra de material europeo. Hoy vamos a avanzar un poco en el tiempo en mi autobiografía no autorizada y llegaremos al momento soñado por cualquier consumidor, el primer trabajo. Bueno, el primer trabajo no: EL PRIMER SUELDO FIJO Y REGULAR. Que, aunque normalmente es una miseria para cualquier trabajador con cargas familiares, hipotecarias y demás, al jovencillo de turno que vive en casa de sus padres se le antoja una verdadera fortuna, aún tras haberle restado un importante tanto por cien aportado a la familia para ayudar en casa. Y es que, tras años de depender de la caridad y asignación paterna, ahora se abría un mundo de posibilidades y material de lectura esperando a que le echara mano. Porque, siendo sinceros ¿quién piensa en ahorrar desde el primer sueldo?

En mi caso, la verdad, es que la elección era bastante clara. Desde mi más tierna infancia había devorado en la Biblioteca del colegio (si se puede llamar así a un cuartito con cinco estanterías) los típicos álbumes que comunmente son denominados por el gran público como clásicos franco-belgas: Tintin, Asterix, Lucky Luke y Spirou. Y de éste cuarteto tenía firme intención de adquirir la trinidad final. Al reportero del perro acabé cogiéndole manía con el tiempo.



Así que contento y felíz me dirigí a mi librería habitual con firme propósito de adquisición. Pero el destino tenía pensado algo diferente, y de camino a la tienda de comics me pasé por una librería de libros. En concreto se trataba de Paris-Valencia. Los lectores ocasionales de mi tierra supongo que la conocerán de sobra. Para los que no sepáis de ella, con deciros que es una librería en la que además de las novedades de rabiosa actualidad puedes encontrar mucho material antiguo a precio de saldo tenéis bastante información.

Pues la cuestión es que en el apartado de tebeos me encontré con un lote baratusco (dentro de lo que cabe) formado por unos tomos azules acolchaditos de Lucky Luke. Y yo os juro que no quería hacerlo. Que los tomos individuales en ése momento creía que eran más chulos y que eso del retapado era mancillar a la obra.



Ni que decir tiene que caí de cabeza en la tentación. Y al llegar a casa me metí una entripada de Ran Tan Plan, Daltons, Billy el niño, Jolly Jumper y demás. Y por supuesto del vaquero con su pitillito en la boca, ya que la campaña antitabaco todavía estaba a unos cuantos años de distancia.



A día de hoy no me arrepiento en absoluto. Quizá el único mal que ha provocado aquella compra es que desde entonces no he adquirido ni un sólo tomo de Lucky Luke más. Aquellos 36 álbumes recopilados en nueve tomos forman todo el material del vaquero más rápido que su sombra que tengo en casa.

Cienes de miles de veces me he propuesto comprar el material que me falta, y la pereza de ver qué tomos en concreto son y el pensar que con lo que tengo en casa cubro lo más mejor del personaje me llevan siempre a desestimar la idea. Aunque ahora que lo pienso, igual al llegar a casa me pongo y... Naaaaaaahh!

Saludos!

8 comentarios:

Pablo G. Naranjo dijo...

¿Divagar, Nacho? Nooooo... Jejejejeje. Bueno, la verdad es que lo he pasad muy bien leyendo esta entrada. ¡Felicidades!

PAblo dijo...

Madre mía, que historieta,

Angux, a este hombre no le vuelvas a invitar más que lo próximo que nos cuenta es lo que cenó hace cuatro años y el primer cómic de superhéroes que se compró. ;-D

Divertida anécdota.

Impacientes Saludos.

Marione dijo...

Estupendosa reseña. Cachonda y con un toque de "A mi me pasó esto" entrañable.

Que por cierto, los tomos estos que comentas, que tambien hay de Flash El Gordon, Principe Valiente y otros clásicos, siempre me han llamado la atención por el tacto tan agradable que tienen. Pa echarse una cabezada encima.

Saludazos

Toni dijo...

je,je,je......te termina engatusando el nacho y te lleva por los sus cerros facilmente.....que tio!!
Los lucky luke que habre devorado, en mi casa solia haber 7 u 8 y me los habre leido catorce veces cada uno.....que tiempos!!

Angux dijo...

Nacho, encantado de tenerte por aquí de nuevo.
Es muy grato leer tus entradas ya que siempre terminas por arrancarme alguna sonrisa y esto, en los tiempos que corren, se hace cada vez más complicado.

Por otra parte contaré una anecdota.
Durante años, por culpa de un remolino en mitad del flequillo, tuve que aguantar algunos motes relacionados con el mundo del tebeo. lucky luke, Tintin, Anacleto.. XD
Nunca me importaron, la verdad, aunque ahora llevo el pelo muy cortito XD

Un abrazo.

Jolan dijo...

Muy graciosa y entretenida reseña ;)

Debo decir que a mi Lucky Luke nunca me ha llamado mucho la atención (o menos que los otros grandes clásicos que has citado). Aunque es cierto que son historietas que te acaban liando y entreteniendo si te pones a ello.

Y sí, la ley antitabaco también ha alcanzado al afortunado Luke. Sólo hay que ver la estatua que tiene el personaje en el Museo del Cómic de Bruselas, donde ya hace años le han sustraído su inseparable pitillo de la boca. Cosas de los tiempos, ya ves...

En fin, como ha dicho Angux, leer a Nacho siempre deriva en pasar un rato agradable.

Saludos!

BIG BANG COMICS dijo...

A mi me parecen geniales los albumes de Lucky Luke en que aparecen los Dalton y el guión es de Goscinny. El resto, me gusta menos, es un protagonista demasiado perfecto y sin alter ego. Los Dalton equivalen a Obelix y a Hadocq.

. . dijo...

Bueno, ahora que ya han pasado unos días y parece que la entrada ya se va a quedar estancada de comentarios, llega el momento de que un servidor de ustedes haga su aparición, les dedique unas reverencias, me deshaga en elogios hacia vuestras personas por ésas maravillosas palabras que me habéis dedicado y me retire humildemente sin levantar la cabeza tras la última reverencia.

'chas gracias a todos!!!

Saludos!