martes, 24 de febrero de 2009

Relectura: No te Olvides de Recordar

Edición original: Stop Forgetting to Remember
Fecha de edición: noviembre de 2008
Guión y Dibujo: Peter Kuper
Formato: Libro rústica, 240 págs.Blanco y negro
Editorial: Astiberri.



No te Olvides de Recordar son dos biografías en una.
Por un lado Peter Kuper nos muestra la creación de un comic, este que tenemos en nuestras manos, desde el comienzo con la temida página en blanco, hasta la posible edición del libro por parte una editorial interesada en él.
Por otro lado, Peter nos cuenta retazos de su historia, convirtiendo la obra en una autobiografía.



Peter como si fuese el fantasma de las navidades pasadas, tan utilizado en las series de humor americanas de los 80, regresa gracias a los recuerdos y al comic biográfico en el que está trabajando a sus años de colegial casi marginado, a su preadolescencia y sus coqueteos con el sexo y las drogas; a sus juventud y sus intentos de conocerse a si mismo, conocer sus sentimientos e incluso su sexualidad. Todo ello presenciándolo en tercera persona, cuestionando, criticando e incluso discutiendo con el niño, adolescente y joven que fue.
Encontramos pues en esta obra una nueva guerra generacional y sin embargo, los combatientes son la misma persona. Viendo la vida del joven Kuper desde una perspectiva más adulta.



Peter se sincera enormemente con el lector y con él mismo. Se muestra tal como es. Hace un autoanálisis distinguiendo perfectamente como lo sintió en ese momento y como lo siente ahora, con varios años más sobre las espaldas , con algunas canas y con la responsabilidad de una hija a la que tiene que cuidar y educar.
Nos habla de sus intentos de aplacar el deseo sexual, de sus ansias por ser de los primeros en bajarse del barco de la virginidad. Las ganas y el miedo, a partes iguales .
Nos habla de las drogas, de cómo eran estas junto con el rock una forma de sociabilizar en aquellos entonces, de sentirse miembro de un grupo. Y más adelante nos habla de su dolorosa relación con Vicky, quizás su primer amor y la persona que le rompió el corazón para luego, endurecérselo.



Hasta aquí una historia entretenida, llena de cambios bruscos en el grafismo y buscando la originalidad en la composición de cada página, contado con dosis de humor en su justa medida y de una forma muy irónica y a la vez natural, como seguirá haciendo Peter a lo largo de toda la obra.
Sin embargo, la segunda parte de la obra, el presente, donde el autor cuenta lo que le va pasando en ese momento, regresando en alguna ocasión a su pasado, a mi me ha parecido aún mejor. Quizás por empatía.

Nos cuenta el nacimiento de su hija, de cómo el miedo a una responsabilidad total, ciega en algunos momentos la ilusión. De cómo esta responsabilidad, y el tiempo que se ha de dedicar a ella, separa en cierta medida a la pareja y nos aparta de la vida social y de los amigos y aún así es lo mejor que te puede pasar en la vida.
Nos ofrece su visión de unos Estados Unidos convalecientes por el mazazo que supondría el atentado sobre las Torres Gemelas y la inseguridad que esto generó y su inconformidad total y sin censuras con la forma de gobernar de Bush.



Un saludo.

Otros comentarios de esta obra:

Álvaro Pons en la Carcel de Papel
Bochones en 48 Páginas

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